Y paso la noche buscándote en el fondo del mar; te busco en la playa, por mar sé que aparecerás. Sólo tengo que hacer un castillo de arena bajo tus pies.
A veces te siento al tumbarme al sol, y sigues mis huellas cuando me voy. Merece la pena buscarte, merece la pena parar a escucharte si sigues hablándome.
Yo sigo escuchándote, despierto esperándote y duermo inventándote.
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