Por si acaso no recuerdas mis abrazos yo te dejo mi canción. Guarda ese miedo que lo vela todo y solo se queda diciendo cosas que siempre suenan a triste, cosas que suenan a olvidar. Todo ese ruido que el maldito invierno nunca se lleva.
Porqué de mucho más grandes hemos salido. Ven, cuando lleguen nos habremos ido. Donde las cosas que pasan se ahogan con un buen café. Verás a mí lo que me va es tumbarte en el suelo, para decir con la mirada lo que con mi voz no puedo. Ya no seremos nunca extraños, ya no seré quien siempre te lo dice.
Y haré que el frio nunca encuentre tus abrazos y no llegue a mi canción. Guarda ese miedo que lo vela todo y solo se queda diciendo cosas que siempre suenan a triste, cosas que suenan a olvidar. Todo ese ruido que el maldito invierno nunca se lleva, nunca se lleva. Y dice cosas que siempre suenan a triste.
Nunca llegue en el momento equivocado porque siempre caí abriendo círculos cerrados. Verás a mi lo que me va es colgarme en tu vuelo para pedirte desde ahí que sigas, que sigas siendo lo que quiero.
Y por si acaso no recuerdas mis abrazos yo te dejo mi canción. Guarda ese miedo que lo vela todo y solo se queda diciendo cosas que siempre suenan a triste, cosas que suenan a olvidar. Todo ese ruido que el maldito invierno nunca se lleva, nunca se lleva.
Luego nunca sé volver.
Y sigo y siguen, y siguen diciendo cosas que siempre suenan a triste, que suenan a olvidar...
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