Eres tú la que va diciendo por ahí que no te gusta mi actitud; a mí tampoco me gustas tú. Y es que tú no sabes lo que quieres aún, no tienes nada claro, no. Te pido que te olvides de mí.
Como un pez que no puede nada, así me siento yo, dentro de una prisión. Es tan difícil saber qué piensas tú. Sin rumbo y dirección, sin freno y corazón, no entiende la razón, ¿cuál es la solución? Nunca más recordarte.
Esperaré sentado, y cuando vengas ya no te haré caso. Dentro de mí ya no queda encanto, si buscas algo aquí ya he cerrado. No hay nada para ti.
No puedo volar porque arrancaste mis alas, no pude luchar porque cogiste mis armas, hoy voy a vivir aunque robaste mi alma...
Te voy a morder aunque quisiera comerte, me has hecho saber todo lo que por mí sientes, no voy a dejar que otra vez me desorientes.
Como un pez que no puede nada, así me siento yo, dentro de una prisión. Es tan difícil saber qué piensas tú. Sin rumbo y dirección, sin freno y corazón, no entiende la razón, ¿cuál es la solución? Nunca más recordarte.
Esperaré sentado, y cuando vengas ya no te haré caso. Dentro de mí ya no queda encanto, si buscas algo aquí ya he cerrado. No hay nada para ti.
Y me tomo un café, me tumbo en el sofá, me pongo a ver la televisión. Dejo de pensar en todo lo irreal, aterrizo a la normalidad.
Aquí termina todo aquello que un día te di, ahora mi vida es para mí. Las cosas cambian, hasta mi forma de ser también. Lo que aprendí de ti está bien.
Esperaré sentado, y cuando vengas ya no te haré caso. Dentro de mí ya no queda encanto, si buscas algo aquí ya he cerrado. No hay nada para ti.
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