Te recuerdo que tenemos una promesa ambos, una tú y una yo.
Yo pienso cumplir la mía, para que tú cumplas la tuya. A pesar de todo no pienso rendirme y ya lo dije. Crean en mí o no crean. Sólo quiero que tengas en cuenta que no voy a dejarlo todo, no voy a hundirme como cada vez que pasan cosas malas, y me derrumbo. Digamos que eso es la primera parte para demostrar que puedo hacerlo. Tú no confiabas en que pudiera cambiarlo en una semana, ¿no es cierto? No me ha hecho falta ni un día, porque anoche comprendí que ya estaba poniéndolo en práctica. Es una hábito, un simple hábito que si sabes cómo se puede quitar de una forma sencilla. Todos me lo han dicho. El único que no se lo ha creído es la persona que me tiene que ayudar.
¡Pero no importa! ¡Te dije que lo haría por ti y no me doy por vencida! Son los sentimientos malos los que me nublan, tanto la tristeza como el enfado, y esto que ha pasado durante un año es tan, tan importante para mí, que no necesito más. Por ti se va a terminar esto. Pero tú también cumple tu promesa, es lo único que me motiva. Eres mi única meta para conseguirlo, y no voy a renunciar, porque nunca he sentido tanta fuerza en mí para hacer algo tan grande. Tanta es la seguridad que tengo, querer es poder.
¡No tengo miedo!:)
No hay comentarios:
Publicar un comentario