domingo, 21 de agosto de 2011

No dudes, síguele!

Dicen que no es moda toda esa historia del amor a la cruz y a Jesús. Dicen que no entienden a esa gente que es feliz así por Él y para ti,y que no comprenden que la oración es el motor que a mí me empuje a seguir. Que soy un bicho raro porque no remo para el mismo lado que dicen que debo seguir.


Navego mar adentro y tan contento mientras sea Dios mi mástil y mi viento. La estrella de los mares, Inmaculada, Madre que dijo Sí y por ella sigo aquí. No sé que es el tormento pues yo tengo fe en Cristo Jesús y siempre hallo consuelo. Espera un momento que no es cuento, que yo vivo así y te invito a seguir.


Entiendo que no entiendas quién tiene razón si hablamos de amor, hablamos de lo mismo. Dicen, dicen, digo yo solo veo un camino. Al frente está Dios,
decide por ti mismo. Son tantas experiencias que prueban su presencia que no hablar de Él seria esconderlas. No intento convencerte, que cada cual despierte; pero por amor te invito a conocerle.




Y digo sí, es posible si tu horizonte va mas allá de ti. Lo mejor de mí me lo ha dado Él. Por eso grita conmigo que, Jesús es tu amigo que, su amor tu camino hoy..
No dudes y síguele!

martes, 9 de agosto de 2011

El Nombre del Viento~


Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades. La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta. La segunda puerta es el olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que <<el tiempo todo lo cura>> es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta. La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente recibe un golpe tan brutal que se esconde en la demencia. Puede parecer que eso no sea beneficioso, pero lo es. A veces, la realidad es sólo dolor, y para huir de ese dolor, la mente tiene que abandonar la realidad. La última puerta es la de la muerte. El último recurso. Después de morir, nada puede hacernos daño, o eso nos han enseñado.

sábado, 6 de agosto de 2011

Desmotivaciones~

Escúchame:


Puedes sentirte solo y estar en medio de un millón de personas, puedes gritar y que nadie te oiga, o preguntar y que nadie te conteste.
Querer y no tener, luchar y no conseguir, pelear y no ganar, dar y no recibir.
Pero... ¿sabes qué?
Habrá otros momentos en que estés solo y te sientas rodeado de mil personas que te quieren. Sin decir nada, alguien sabrá que las cosas no van bien.
Sin preguntar, te dirán lo que necesites oír, conseguirás cosas sin luchar, sobretodo aquellas que no quieras pero ganarás batallas sin dejarte la piel en el camino. Recibirás sin tener nada a cambio. 


Y después de todo esto, alguien te enseñará que el único truco que sirve es seguir y sonreír pase lo que pase.